Se realizó un sondeo en Twitter relacionado con la violencia en el noviazgo, y los resultados obtenidos se presentan en las siguientes imágenes:
De acuerdo a este sondeo se pudo concluir que la violencia dentro del noviazgo es un hecho real, ya que el 64% de los encuestados contesto que sí conocía o eran víctimas de violencia en su noviazgo.
Otro factor importante es la desinformación de la gente que sufre de este tipo de violencia, ya que a la pregunta ¿Sabes a quién acudir en caso de ser víctima de violencia en tu noviazgo? El 56% contestó que No, motivo por el cual hay que poner especial atención en la difusión de información para apoyar a las víctimas de violencia en estas relaciones.
Ahora lo único que resta es la prevención o la pronta culminación de la relación si se detecta estar inmerso en una, simplemente se debe analizar ¿Cómo te sientes cuando estas con tu pareja?, ¿te sientes libre y cómoda? O tienes que cuidarte de tus comportamientos, comentarios o miradas, por temor a que en cualquier momento se enoje y explote contra ti.
Existe un ciclo que puedes verificar para salir completamente de dudas y saber si la relación es destructiva:
·1.- Etapa de acumulación o tensión: se desatan los insultos, reproches, escenas de celos y control, silencios prolongados,
burlas, malestar constante y en aumento.
·2.- Etapa de estallido de violencia: Se manifiestan todo tipo de agresiones físicas, golpes, rotura de objetos y amenazas.
·3.- Etapa de arrepentimiento: Comienza con expresiones de perdón promesas de pronto cambio, regalos, interés sexual y una supuesta “tranquilidad”.
Si se observa que esto es una constante en la relación se debe poner especial atención ya que se esta tratando de violencia en el noviazgo, la acción a seguir es pedir ayuda y tratar de terminar con esa relación definitivamente, por el bien de ambas personas, no solo ejerce violencia quien la ejecuta, también lo hace quien la recibe y permanece ahí.
No podemos esperar a que nos pase para actuar, si se conoce a alguna persona que esté inmersa en alguna de estas situaciones se debe informar que lo que vive no es amor, tratar de acercarlo (a) a alguna institución, centro de atención o autoridad pertinente que le de sobre todo protección, no podemos permitir más
muertes de jóvenes, más violencia en nuestra sociedad, más familias desintegradas, más niños maltratados o traumatizados por vivir en un hogar lleno de violencia, más misoginia, más mentiras, más cuentos de hadas.
Tú tienes la libertad de ejercer tu felicidad, tuya es la decisión de a quién amas, con quién andas y con quién ejerces tu sexualidad, nadie puede obligarte, someterte o intimidarte. “Los jóvenescreemos en el poder de la educación, confiamos en el rigor de la cultura, los jóvenes no creemos que la violencia sea un destino, hoy los jóvenes decimos yo amo sin violencia”, concluyó la funcionaria Priscila Vera Hernández en la presentación de la campaña “Yo vivo un noviazgo libre de violencia”.
Celar quiere decir “cuidar”; mas no privar de la libertad, los celos de ninguna manera son una demostración de amor, son más bien la demostración de abuso del poder. Un individuo que se manifiesta posesivo, controlador, que hace amenazas y prohibiciones, es un individuo inseguro, con baja autoestima, inseguridad y desconfianza, estas inseguridades devienen de su historia infantil, su historia de vida y no de lo que haga o no haga su pareja.
La violencia no solo se manifiesta físicamente, existen otros modus operandi, entre las más constantes se encuentran:
·Violencia Psicológica: “Es toda aquella conducta orientada a la desvalorización de la otra persona” (Alberdi y Matas, 2002). Los comportamientos que se manifiestan son la ridiculización, amenazas verbales e insultos, humillación, aislamiento social y económico; celos, posesividad, amenazas verbales de maltrato o daño físico o tortura; amenazas repentinas de abandono o de tener una aventura con alguna otra pareja, destrucción o daño a objetos personales a los que se les tiene cierto cariño o apego.
·Violencia sexual: se ejerce “mediante presiones físicas o sicológicas donde se imponen relaciones sexuales no deseadas mediante coacción, intimidación o indefensión” (Alberdi y Matas, 2002).
El tipo más frecuente de esta agresión es la llamada “violación por confianza”, esta se produce cuando la pareja es presionada a tener actividad sexual luego de insinuaciones y chantajes. Finalmente se logra que la pareja tenga relaciones por convencimiento y no por deseos.
Violencia Física: se define como “una escalada que puede comenzar con un pellizco y continuar con empujones, bofetadas, puñetazos, patadas, torceduras, pudiendo llegar a provocar abortos, lesiones internas, desfiguraciones, hasta el homicidio” (Corsi, 1994).
La violencia física es la forma más evidente y la que más se ha utilizado en el tratamiento legal. Aparece como el último recurso que utiliza el agresor, ya que antes ha intentado controlar a la pareja con otros tipos de violencia más “sutiles”, como la sicológica.
Espejito, espejito, dime ¿quién es el más violento de todos?
Georgina Zárate, sicoanalista y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, asegura lo imposible de pensar que una relación amorosa se lleve sin la existencia de alguna muestra de hostilidad porque como se mencionó en un principio, nos los enseñan los padres: "Un buen día nos damos cuenta que mamá, papá, o ambos, no nada más nos tratan amorosamente, sino que también nos regañan, nos pegan, nos gritan, se enojan, nos amenazan con la pérdida de su amor. Y eso se reproduce, de algún modo, en relaciones posteriores que son, todas, ambivalentes, con sus dosis de amor y de odio", explica.
“La violencia puede desbordar hasta la sangre, puede marcar a un individuo, a una pareja, a una familia, a una nación entera” esto afirmo Priscila Vera Hernández en la presentación ante medios de comunicación de la segunda etapa de la campaña el 18 de junio del presente año “Yo vivo un noviazgo libre de violencia” que emprenden diversas dependencias del Gobierno Federal de la mano del IMJ y la coordinación de otras dependencias como INMUJERES, la Secretaría de Salud, la SEP y el Organismo Internacional de la ONU el fondo ¿¿para las naciones unidas (UNFPA), todos apoyados pretenden rescatar a los jóvenes que se ven ya inmersos en una relación de violencia y prevenir la incidencia en ellas.
La campaña se puso en marcha en diversos medios de comunicación, incluidos el Facebook y Twitter, estos últimos muy utilizados por los jóvenes en la actualidad. Se planteará a los jóvenes, ¿Qué prefieren?, vivir en una situación de dominio o en un ambiente de confianza, aprendiendo que el noviazgo es una forma de conocer a las personas, pero también de conocerse a uno mismo, para formar un bien común.
Se realizarán pláticas en más de 400 escuelas de 23 ciudades del país, en estas se pretende evitar la costumbre de ver con normalidad las actitudes violentas en el noviazgo, se impartirán talleres de autoconfianza y autoestima, sensibilizando a los jóvenes, a los padres, las autoridades y la población en su totalidad.
Existen ciertas características observables para detectar si existen actos violentos en una relación, conocerlos nos exhorta a estar siempre pendientes de cómo se nos esta tratando y si este trato es aceptable o no, así mismo verificar si nosotros somos los que estamos siendo violentos con nuestra pareja.
Aquí se enlistan las más frecuentes y de importancia revisar:
§Tu pareja controla todo lo que haces, te exige explicaciones por todo, pretende saber hasta tu pensamiento más recóndito, no quiere que tengas secretos con él o ella.
§Quiere saber con lujo de detalles a dónde fuiste, con quién, cuánto tiempo, etc., lo cual pretende
controlar después con llamadas telefónicas y vigilancia por tu hogar, trabajo o escuela.
§Critica constantemente tu apariencia personal y forma de comportarte.
§Monta escándalos en público o en privado por lo que él, ella u otros hicieron o dijeron.
§Te deja plantado (a) en salidas o reuniones sin explicación alguna.
§No expresa ni habla acerca de lo que le pasa, piensa o siente, el silencio es también una forma de violencia.
§A veces da órdenes y otras “mata” con su indiferencia y hostilidad, pretende que tu adivines lo que quiere y necesita.
§Demuestra frustración y enojo por las cosas que no salen como él o ella quisieran, sin distinguir lo importante de lo superfluo.
§Te culpa de todo lo malo que sucede, dándole vueltas a las cosas, hasta el punto que te deja confundido (a) e impotente y te convence.
§No pide disculpas por nada.
§Te compara con otras personas, dejándote en la incomodidad y humillación públicas.
§Impone reglas a la relación (horas, días, fechas) de acuerdo a su exclusiva conveniencia.
§Ejerce la doble moral, “haz lo que yo te digo, no lo que yo hago”.
·Amenaza con abandonarte si no haces todo lo que tu pareja te dice.
·Induce sentimientos de lástima en ti, al insistir en su vida desdichada o su infancia infeliz.
·No acepta formular o discutir planes para el futuro, no se compromete ni busca acuerdos para mejorar la relación.
·Utiliza nombres o diminutivos que no te gustan o que sientes que te menosprecian o ridiculizan.
Estos son solo algunos de los muchos más puntos violentos que se practican con más frecuencia al momento de ejercer violencia.
De la muestra total encuestada por el IMJ el 90.7 por ciento dijo que el primer motivo por el que se relacionó con su pareja fue porque le gustaba mucho, el 4.9 dijo aceptar por insistencia y el 2 por ciento por presión social. De estas relaciones el 36 porciento se gestan en la escuela, el 18 en la calle y el 14 en alguna fiesta, y de esto último, las fiestas se convergen más resultados en la encuesta; los que tienen que ver con drogas y adicciones.
Estudios que elabora el sector salud muestran que existe una propensión a las conductas violentas entre los que manifiestan alguna adicción al cigarrillo, alcohol u otro tipo de drogas. En el caso de la ENVINOV los datos están dijeron lo siguiente:
§En cuanto al cigarrillo tenemos a los hombres a la cabeza con el 68.6 porciento, mientras que las mujeres se encuentran en el 49, de estos el 33.4 por ciento comenzó a fumar cuando tenía
menos de 15 años, el 62.1 cuando tenía entre 15 y 19 y el 4.3 por ciento de 20 años y más.
§Del 59 por ciento de mujeres y hombres que fuman, la mayoría lo hace diariamente en una cantidad menor a 6 cigarrillos, de las mujeres que fuman menos de 6 cigarrillos, el 23 porciento lo hace diariamente y de los hombres que fuman esta misma cantidad el 41 por ciento lo hace en el mismo periodo.
§El 23 por ciento de los entrevistados empezó a tomarantes de los 15 años, mientras que el 71.5 entre los 15 y 19 años, por último el 4.7 por ciento comenzó después de los veinte años. En este caso las mujeres despuntan, no en edad inicio, sino en proporción de alcohol.
En cuanto al consumo diario se encontraron datos significativos:
§El 20 por ciento de los encuestados declara consumir alcohol cada 8 días, el 13 lo consume cada 15 días y el 21 lo hace cada mes.
§El 8.2 por ciento de los jóvenes encuestados acepta haber consumido alguna droga ilícita como mariguana, cocaína o crack.
Por estos resultados la primera dama y directora nacional del DIF, Margarita Zavala dijo en la conferencia en la que se presento dicho informe de la ENVINOV “el consumo de drogas y alcohol no sólo favorece la violencia en el noviazgo, sino que también afecta física, mental y espiritualmente a nuestros jóvenes, destruye su vida emocional”, por lo que convocó a emprender más acciones de prevención de adicciones y aseguró que estos resultados deben ser un “llamado de alerta para los padres de familia”.
¡Ay amor ya no me quieras tanto! Violencia en el noviazgo
¿Sabías que 1 de cada 3 estudiantes universitarias reporta violencia en el noviazgo? A lo largo de nuestra formación de vida, la infancia, adolescencia, juventud y no tan juventud, nos educan dentro de un dogma en el cual para ganarse algo, y que dicho algo perdure se debe trabajar por él, en vísperas de este arduo trabajo, extrañamente, esperamos algún tipo de sufrimiento que creemos vendrá acompañado de dicha y felicidad, es decir, del tamaño del sufrimiento será la recompensa, por esto a lo largo de la vida escuchamos frases como: “nada es gratis en la vida”, “para tener hay que sufrir”, “si no duele no sirve”, “lo que no cuesta no sabe”, “la letra con sangre entra”, entre muchas, aplicamos “La cenicienta”.
Nos formamos con estas ideas y todos esos cuentos de hadas en los que la pobre mujer debe vivir un suplicio con maldición de eterno para que llegue el príncipe azul y “viva feliz para siempre”, pero, ¿Sí vivió feliz para siempre? O el suplicio siguió por todos los siglos amén, ¿El príncipe que llegó primero es el que tiene los derechos o lo puedo mandar al cuerno y esperar el que sigue?, ¿De verdad tengo que sufrir para ganarme al amor de mi vida?, ¿Cuánto es lo que tengo que sufrir?
Ninguna de estas preguntas es respondida y crecemos al margen de relaciones destructivas que no van a ningún lado, nos dañan física, emocional y psicológicamente, pero lo peor recae en la cimentación de nuevas sociedades con estos dogmas incorrectos convirtiendo a la violencia en el noviazgo en una epidemia de repetición, de la que nuestra sociedad ya esta viendo estragos a nivel cifras, exactas y alarmantes.
La violencia durante el noviazgo es casi imperceptible, generalmente estos signos se disfrazan de amor y son desconocidos por los jóvenes que caen confundiéndolos con muestras de afecto que en realidad ocultan conductas de control que van desde, el chantaje emocional, llamadas incesantes, celos, pellizcos o inclusive alguna bofetada; todos tolerados en el nombre del “amor”.
Aunque esta violencia ha existido desde hace una vida, apenas hace unos pocos años tomó importante relevancia obteniendo la atención de diversas instituciones sociales y gubernamentales que han emprendido campañas de prevención ante estas conductas que vienen acrecentándose día con día y generación a generación.
ERASE UNA VEZ...
Según un estudio elaborado por Leonor Rivera, doctora en Psicología y Salud en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los estudios que se han realizado en torno a esta violencia resultan insuficientes, recalcando que al no ser tratadas a tiempo estas conductas se trasladan al entorno matrimonial.
La última encuesta realizada por el Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), en el año 2003 con el objeto de conocer la dinámica de los hogares mexicanos, arroja que el 46 por ciento de las participantes evidenciaron haber sufrido, cuando menos, un incidente de violencia en cualquiera de sus modalidades, física, sexual, emocional o económica, por parte de su pareja en los últimos 12 meses. Sin embargo son los hombres los que más se quejan de sufrir violencia por parte de sus parejas.
Según este mismo estudio mientras el 10 porciento de los hombres que reciben insultos, empujones y ofensas por parte de su novia, 5 porciento de las mujeres afirman haber recibido puñetazos de su pareja.A esto Leonor Rivera responde: “se debe cuidar las interpretaciones de estas cifras porque seguramente estos resultados se deben a que la mujer está más acostumbrada a la violencia y puede ser que la perciba en menor proporción que el hombre”.
EN EL RECUENTO DE LOS DAÑOS...
En el año 2007 se llevó a cabo la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo (ENVINOV), por parte del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), este estudio se aplicó en 18 mil hogares de todo el país, tomando en cuenta zonas urbanas y rurales. “Es el primero en su tipo en México y América Latina” aseguró Priscila Vera, directora de dicho instituto, destacando que el objetivo del estudio es conocer datos duros acerca de estas conductas de violencia manifestadas en los jóvenes, considerando como universo de estudio a la población de entre 15 y 24 años con un total de (14 millones 61 mil 802 jóvenes encuestados), dando un panorama amplio de qué es lo que sucede y cómo sucede:
El 15.5 por ciento de mexicanos entre 15 y 24 años con relaciones de pareja han sufrido violencia física, el 78.5 por ciento han sufrido agresiones sicológicas y el 16.5 por ciento ha vivido, por lo menos, un ataque sexual.
Los motivos por los que se manifiesta esta violencia contra la pareja resultaron:
El 41 por ciento de los hombres respondió que se molesta por celos, el 25.7 porque su pareja tiene muchos amigos y el 23.1 dice que su pareja se enoja de todo sin razón alguna.
Con las mujeres tenemos al 46 por ciento que se molestan por celos, el 42.5 porque su pareja queda en lago y no lo cumple y al 35 por que considera ser engañada por su pareja.
Los diferentes niveles de violencia que arrojó la encuesta son:
• La considerada “leve” consiste en arañazos, empujones, jalones de cabello y mordidas, tenemos a los hombres en 48 por ciento de los casos, contra el 32.1 de las mujeres. Una vez más encontramos que los hombres son los que sufren más este tipo de violencia.
La violencia física “media” despunta ahora por las mujeres con un 61.4 por ciento de los casos, en la “media” sufren bofetadas, golpes, agresiones con objetos pesados, patadas o la ruptura de sus objetos personales.
En la considerada “severa” se ve el riesgo de quemaduras, intentos de estrangulamiento, amenazas con cuchillo, navaja u otras armas y al final se puede llegar al asesinato o suicidio.
Para mejorar tu relación de noviazgo recomendamos llevar a cabo los siguientes valores. Acuerdo: Tomar decisiones entre dos o más personas o grupos, a través del diálogo y de manera pacífica, evitando conflictosy situaciones violentas. Diálogo: Intercambio de opiniones o puntos de vista con los demás, con respeto, tolerancia y tranquilidad, para dar a conocer nuestras razones y necesidades, escuchando con atención lo que expresan los otros, teniéndose la posibilidad de lograr acuerdos. Honestidad: Es el comportamiento que se apega a la rectitud y a la verdadm de conformidad con las leyes que nos rigen. Rechaza la mentira y la corrupción. Igualdad: Principio que reconoce a todas las personas los mismos derechos y obligaciones. Todos somos iguales ante la ley sin importar color de piel, sexo, religión, edad, condición social o económica. Justicia: Dar a cada uno lo que le corresponde con imparcialidad, igualdad y sin ningún prejuicio, respetando sus derechos, de acuerdo a los preceptos legales. Legalidad: Respecto a las normas y las leyes que permiten la convivencia armónica de una comunidad o sociedad, lo que nos permite ser libres, siempre y cuando respetemos normas establecidas. Libertad: Facultad para elegir y actuar de acuerdo a lo que una persona considere adecuado haciendose responsable de sus actos y asumiendo las consecuencias, con el único límite de lo que establecen las normas jurídicas y la libertad de los demás. Participación: Tomar parte en los asuntos y necesidades de la familia, grupo escolar, comunidad o sociedad, para alcanzar un objetivo común, involucrarse informada y responsablemente en la solución de problemas colectivos. Pluralismo: Es la expresión y el reconocimiento de las diferentes formas de ser, pensar y actuar de las personas lo que enriquese a nuestra sociedad y a nuestra cultura, permitiendo la convivencia pacífica de esas diferentes formas de ser en un mismo espacio. Respeto: Reconocimiento de la dignidad humana propia de los demás. Es cuidar la manera en que nos dirijimos a las personas, partiendo del reconocimiento de nuestra igualdad y de que tenemos los mismos derechos y obligaciones. Hay que ser con los demás como nos gusta que sean con nosotros. Responsabilidad: Es reconocer y asumir las consecuencias de nuestros actos y decisiones, tanto para nuestra propia persona como para con los demás y nuestro entorno, cuando somos responsables, nos comprometemos con nuestros actos y decisiones Tolerancia: Aceptar que los demás sean, piensen y actúen de forma diferente a la nuestra, aunque no estemos de acuerdo. La tolerancia ayuda a que convivamos armónicamente sin imponer nuestras opiniones a los demás.
Celar quiere decir “cuidar”; mas no privar de la libertad, los celos de ninguna manera son una demostración de amor, son más bien la demostración de abuso del poder. Un individuo que se manifiesta posesivo, controlador, que hace amenazas y prohibiciones, es un individuo inseguro, con baja autoestima, inseguridad y desconfianza, estas inseguridades devienen de su historia infantil, su historia de vida y no de lo que haga o no haga su pareja.
hasta la sangre, puede marcar a un individuo, a una pareja, a una familia, a una nación entera” esto afirmo Priscila Vera Hernández en la presentación ante medios de comunicación de la segunda etapa de la campaña el 18 de junio del presente año “Yo vivo un noviazgo libre de violencia” que emprenden diversas dependencias del Gobierno Federal de la mano del IMJ y la coordinación de otras dependencias como INMUJERES, la Secretaría de Salud, la SEP y el Organismo Internacional de la ONU el fondo ¿¿para las naciones unidas (UNFPA), todos apoyados pretenden rescatar a los jóvenes que se ven ya inmersos en una relación de violencia y prevenir la incidencia en ellas. 